sábado, 28 de noviembre de 2020

“No estamos aquí de visita”

 


El título es una estrofa de una de las canciones de Enrique Bunbury: “Por qué las cosas cambian”, pero me ha sido impactante el entender la frase.


Tiene sentido pensar/sentir (consciente y/o inconscientemente), que tenemos control de lo que hacemos y vivimos, de lo que decimos y pensamos. Sin embargo puedo contradecir a cualquier persona que me niegue que a diario, en algún punto de la vida, nos sentimos inquietos acerca de en dónde estamos y hacia dónde pretendemos dirigirnos.


No estamos aquí de visita, estamos aquí para tomar cartas en el asunto; pero, ah chingá, ¿cuál asunto?, la vida en si; tenemos la oportunidad de entender, analizar, desmenuzar, apreciar, texturizar, sentir, saborear, planear/improvisar, etcétera!! De esta estancia terrenal, que me hace profundizar acerca de la maldita frase: “No estamos aquí de visita”.


Por qué no, simplemente, llegamos a un lugar y saludamos con emoción, e incluso jovialidad, a otra persona? A caso eso nos desgasta? Nos hace sentir que le damos nuestra energía para dejarnos en el piso? Esas putas envidias/“mesuras” nos llevan a la erosión de una red social/laboral que podríamos alimentar si fuésemos humildes, constructivos, menos animales, prójimos chingado!


No, no estamos aquí de visita, estamos aquí para dejar huella, huella positiva, sin rencores, sin cargas emocionales negativas, sin pesadez de cualquier tipo; puta madre, para ser constructivos siempre, amar, ser, estar, dejar una parte de ti en el camino, que dejará un mensaje para quien lo quiera tomar, o un aprendizaje para quien lo quiera asimilar.


Los amo y me cagan.


D.A.