sábado, 27 de julio de 2013

El cantar de un grillo y el sentir de un humano...

En este momento, llevo casi media hora tratando de localizar al grillo que, en su cantar al frotar sus patas buscando atraer a una hembra para su acto instintivo de reproducción, no he podido callar; también siendo sincero, no lo quiero encontrar, debido a que estamos ocupando un espacio natural de su hábitat sobre el cual la casa en dónde habito se construyó.
Este grillo, es cuidadoso, pues cuando me acerco al sitio en dónde su "cantar" es más intenso, lo detiene, precavido, atento, cauteloso del "depredador" que pueda sugerir un peligro para su existencia y, por ende, para su fin: reproducirse.
No somos tan alejados de la idea de querer "llamar la atención" a niveles humanos, de hecho, considero que somos más ruidosos y exagerados, dado que, como seres racionales, además de ser inseguros por la cantidad de información y puntos de comparación, recurrimos a las cuestiones "plásticas" y materiales que consideramos fundamentales para el cortejo, transformándonos en "pavorreales" sociales.
El consumismo nos ha hecho esclavos de comprar y comparar, de presumir y hemos perdido el valor de lo que tiene sentido y dura para siempre, la esencia del ser y el fondo del pensar y del sentir. La carne "cuelga" y envejece, en cambio, el espíritu, el corazón y la mente evolucionan, y a ello le hemos perdido valor y respeto.
Las ideas fluyen conforme uno avanza, las emociones nos enriquecen o nos erosionan acorde al poder que les demos, las experiencias nos dejan enseñanzas o simplemente nos dejan experiencias para con los errores que decidimos volver a cometer. El tema aquí es ser nosotros mismos bajo cualquier circunstancia, fluir y permitir al mundo fluir, sin prejuicios, sintiéndonos parte de un todo y no dueños de ese todo.
Hagamos sinergia y procuremos el bien común, considero que ello conllevará a una armonía global y un equilibrio energético que nos acercará a comprendernos mejor como individuo, sociedad y ente vivo llamado Tierra.
Un abrazo y salud!!!

Daniel Aguilar