miércoles, 23 de enero de 2013

El "ya merito"...

Procuro mantenerme al margen de las situaciones políticas del país, dado que respeto puntos de vista e ideologías partidistas las cuales, cada una tienen un fundamento, un punto de vista y una historia. Sin embargo el día de hoy estoy emputado y frustrado!
Disculparán el "francés relajado" de algunos de mis comentarios, pero debo decir que el día de hoy México ha "aflojado las nalgas" ante una tensión diplomática con un país europeo que ha venido presionando a nuestros dos últimos presidentes (panistas) y uno priísta (por un muy corto lapso de poco más de un mes de mandato). ¿Cómo? Influyendo directamente en una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de "doblar" la ley (sin romperla, ok), pero utilizando artimañas y fundamentándose en los derechos humanos violados en un procedimiento de detención que tuvo muchos cuestionamientos por el "cómo", puedo entender eso, sin embargo no puedo entender que se libere a una persona que priva de su libertad a otra, por el hecho de no desarrollarse dicho procedimiento bajo estándares internacionales de derechos humanos, siendo dicha persona una violadora de dichos derechos humanos desde el inicio.
Me hierve la sangre al pensar que parte de los impuestos cobrados por el gobierno, pagaron el "turbio" proceso de liberación y el viaje de repatriación de una delincuente que privó de su libertad a otro ser humano y que encima de todo, gozará de libertad y privilegios en su país de origen. ¿Dónde cabe la justicia en éste momento? ¿Dónde queda la dignidad humana y nacional?
Considero que es momento de mirar al pasado y ver cuánta "anarquía política" se ha visto presente durante tantos años, es momento de despertar, somos una gran nación y, como tal, tenemos la obligación de trabajar hombro con hombro para reestablecer esa grandeza, y no hablo solamente de grandeza económica sino también de riqueza cultural, intelectual, ¿cuántas veces hemos tenido alguna situación en la cual, por citar un ejemplo, se cae un gancho que sostiene una red en una portería de fútbol, y el mexicano la amarra de una cámara de cancha (Zague en el mundial del 94). Esos son "mexicanadas", nos las ingeniamos para salir adelante; ahora bien, ¿por qué no hacerlo en sociedad? ¿De manera conjunta todos? Considerándonos parte de un todo, de un universo, de un planeta, de un continente, de un país! La unión nos llevará a lograr grandes cosas ante las atrocidades que ocurren en nuestro entorno. El ser mexicano no significa despertarse y decir "cómo me voy a chingar al otro", significa "cómo puedo trabajar de la mano con mi paisano para que este país tenga mejores oportunidades de progreso en cualquier índole!".
Hay que leer, hay que saber de nuestra historia y nuestro pasado para no cometer los mismos errores en el presente y, de este modo, tener un mejor futuro, con nuevos errores, nuevos retos, nuevas formas de pensar y de actuar.
Un abrazo y la mejor de las vibras, sonrían y hagan sonreir, eso es básico para prevalecer como un animal racional.

Daniel Aguilar

sábado, 19 de enero de 2013

Somos éter...

Estamos en un universo cognitivo, llamémosle "éter". Suponemos, asumimos, actuamos, analizamos, somos. El respirar puede llegar a ser consciente, en lugar de ser un mecanismo corporal que nos dicta que el organismo requiere aire, éter (como lo llamaban en Grecia), ¿acaso somos un simple suspiro? Aparentemente así es, somos parte de una energía que al mismo tiempo genera energía. Siempre hemos estado aquí, presentes, en forma de átomos, quarks, partículas que se fusionaron en algún punto y que dieron lugar a nuestra versión humana, pero al final de cuentas somos energía.
Ahora bien, imaginemos que dicha energía que provee pulso a nuestras venas, sea una energía llena de incertidumbre, negatividad, angustia y/o poca percepción y falta de humildad ante lo que nos rodea. Eso, desde mi punto de vista, recrea un ambiente de hostilidad, enriquecido por nuestra naturaleza humana, llena de inseguridades, incertidumbre, miedo a lo desconocido. Tenemos grandes cosas por las cuales desarrollar nuestro instinto espiritual y energético, seamos parte de un todo, sintámonos parte de ese todo, no somos tan individuales, formamos parte de una energía total llamada universo, a través de la cual podemos evolucionar o quedar estancados.
Saludar con un apretón de mano sincero, abrazar, besar, mirar directamente a los ojos, ser honesto, ser emotivo y sustancialmente directo, empático, tratar a cada quién como si no existiera crítica, dado que la crítica es reflejo de una inseguridad plasmada y trasladada, a manera de espejo, hacia otro ser, que al final de cuentas es parte de ti por el simple hecho de formar parte y haber sido formado a través del universo.
Manejemos el día a día con humildad, aprehensión, empatía, mantengamos equilibrio, seamos parte del "éter".
Un abrazo.
Daniel