miércoles, 4 de julio de 2012

La mente es bilingüe por naturaleza...

Cuando nos indican, siendo pubertos: "lava los platos", se generan una serie de químicas cerebrales que, automáticamente nos llevan a buscar salidas para evitar tan "penosa" acción; sin embargo, cuando actuamos de manera constructiva, después de ver que fuimos partícipes de tan gloriosa dicha de vernos involucrados en un "atracón" de dioses, y decidimos por propia voluntad, aportar nuestro granito de arena, al menos lavando los platos, esa química cerebral cambia, por arte de magia, convirtiendo un pensamiento inconveniente, en algo conveniente y constructivo.
Lo mismo pasa en nuestro entorno a cada segundo, tal vez esa actitud renuente es parte de lo que la naturaleza de nuestro entorno nos ha indicado que es lo correcto, el preparase y el estar "defensivos" ante el medio, cuando lo que en realidad es constructivo y proactivo nos llevaría a una armonía con nosotros mismos y por ende con quienes nos rodean.
Veo aún lejos el que la sociedad llegue a tal grado, sin embargo, ¿no sería maravilloso el actuar de buena voluntad y por iniciativa propia antes de que la misma sociedad nos demande ser partícipies de manera proactiva, siendo parteaguas de un entorno bajo el cual todos hagamos lo que está en nuestras manos para hacer del día a día un mejor presente y futuro?
Ejemplo claro, las parejas de hoy en día: "si no me busca no l@ busco, para qué", "si no muestra interés no muestro interés, para qué", es como decir "prefiero ver irse a la persona con la cual me siento agusto, que poner de mi parte (de una manera proactiva) y expresar mis necesidades y/o deseos de una manera clara". FAIL!!!! Somos humanos y algo que nos distingue de los animales no racionales, es nuestra capacidad de expresarnos y de poder decir, con todo el derecho del mundo, qué es lo que queremos y por ende, qué es lo que no queremos, buscando puntos medios, coincidir, ser cómplices, enseñarnos el uno al otro a ser mejores seres humanos, ser humanos.
Considero que el lastre social que cargamos, se define en una sola palabra: "orgullo"; ¿por qué demonios no tenemos los pantalones de enfrentar nuestros miedos, nuestra arrogancia, nuestra vanidad, como para poder expresar lo que sentimos y lo que buscamos, lo que somos y lo que queremos que alguien sea con nosotros (sin buscar cambiar nada en esa persona)?
Os invito a declararnos vulnerables por naturaleza, a compartir nuestras ideas, sentimientos, defectos y virtudes, con el afán de poder interactuar de manera más transparente, auténtica, sana, HUMANA, y no ser "plásticos", artificiales, enmascarados, arrogantes.
Que tengan una excelente experiencia al intentarlo, (si así lo deciden, que,  a partir de hoy, me declaro: YO MISMO!

Daniel Aguilar